“Invierno”, microrrelato de la escritora Lilián Hirigoyen
Lilián Hirigoyen
Contenido de la edición 25.11.2024
Hoy el viento sopla. El invierno se agazapa tras los árboles con una crueldad inusitada. María ha encendido la estufa a leña mientras yo leo. Sin que se dé cuenta, la miro. Su gracia al deslizarse y el cuidadoso movimiento de las manos me subyugan.
Me gusta observarla así, acurrucado tras un pesado libro de lectura liviana. Adivinarla con el rabillo del ojo. Tocar la punta de la página con intención de darla vuelta aunque el roce no se corresponda con su falda.
El aire gélido de la mañana arrasa sin poder atravesar el vidrio de este cuarto cálido donde las llamas de la estufa crepitan junto con el ritmo de mi respiración.
María me intuye bajo su cofia inmaculada y su delantal de lino. Se sonríe, apenas, o lo imagino. Pero sigue en lo suyo acomodando las tazas de té de la abuela y el desorden de la biblioteca. Sus dedos se enlazan a los objetos con los movimientos sutiles de una serpiente encantada.
Las letras del texto, intensamente negras, inician su ritual de locura. Gráciles y sinuosas, se mimetizan con el cuerpo que asea el salón de lectura.
Sin embargo, sigo sentado mientras María parece un libro abierto ante mi ignorancia. María limpia y vacía de contenido las letras. Sacude la liviandad de las frases que tengo delante y que solo se abren como excusa, para sentirla cerca mientras ella hace su tarea. Doy vuelta la página y veo su rostro rubio y su cintura viajera entre las vocales.
El retrato de una mujer observa desde la pared de la sala. Sus ojos llenos de malicia parecen adivinar la intención desesperada de todos mis músculos. Su mirada fría y escrutadora parece leer en mi mente las mismas letras que leo en el cuerpo de María.
LILIÁN HIRIGOYEN
Escritora, jurado en el área Letras del Premio Morosoli,
expresidenta de la Casa de los Escritores del Uruguay
(*) Publicado originalmente en la antología "Como el girar de un molinete", 2010
Imagen de portada: adhocFOTOS/Santiago Mazzarovich