La historia de la "Primera Dama" en el Uruguay, más allá de la polémica
Alejandro Giménez Rodríguez
La expresión tuvo su origen en Estados Unidos, cuando la periodista Mary Clemmer Ames llamó a la esposa del presidente Rutheford B. Hayes, un abogado y militar que gobernó ese país entre 1877 y 81, como "La Primera Dama de la Tierra" (The First World´s Lady).
Contenido de la edición 24.02.2022
El cargo existe legalmente en muy pocos países del mundo, uno de los cuales es precisamente la potencia del norte. Tiene tradicionalmente funciones protocolares, vinculadas generalmente a instituciones benéficas o sociales. Los últimos acontecimientos vinculados a la figura de la esposa del presidente Luis Lacalle Pou, sobre todo en lo que tiene que ver con sus viajes al exterior y su financiamiento, hacen que repasemos la historia de las mujeres que han acompañado a los mandatarios durante los casi dos siglos de vida institucional del Uruguay.
De Bernardina a Matilde
Cuando la Asamblea General en 1830 eligió a Fructuoso Rivera como primer presidente constitucional, ya hacía catorce años que se había casado con Bernardina Fragoso, que tenía veinte de edad al momento de la boda. En ese mismo 1816 había nacido José Francisco, único hijo de la pareja, que murió con pocos meses de vida.
No obstante, en la casa que ocupó la familia a partir de 1834, en las actuales Rincón y Misiones- y que hoy es Museo Histórico Nacional -crió a algunos de los niños que el caudillo le traía desde el interior, en donde lo llevaban sus obligaciones político-militares, como el caso de Pablo, hijo de una relación extramarital del fundador del Partido Colorado.
Pero el protagonismo mayor de Bernardina lo va a tener durante la Guerra Grande, cuando en 1843 fue la artífice, junto a otras quince connotadas señoras de Montevideo, de la conocida como Sociedad Filantrópica de Damas Orientales, que tuvo importante papel en la asistencia de heridos de la Guerra Grande, algunos de los cuales fueron recibidos en la casa de Rivera, que de acuerdo a un censo de los años del sitio de la ciudad por parte de fuerzas oribistas y rosistas llegó a albergar a 92 personas.
También tiene algunas curiosidades la esposa "oficial" del segundo presidente de la nación, Manuel Oribe. Agustina Contucci era hija de su hermana mayor Josefa, por lo que era sobrina del mandatario, catorce años mayor que ella. No se limitó a quedarse en su hogar, sino que fue activa luchadora por la independencia, pese a su corta edad, al haber nacido en 1806.
El historiador José de Torres Wilson, en su biografía del fundador del Partido Nacional, da cuenta de que durante la Guerra Grande, a sugerencia de su esposa, "romperá un día el bloqueo de la plaza para permitir el pasaje de un piano de Prusia que animase la veladas hogareñas".
Capítulo aparte fue la relación entre Agustina y Carolina, la hija que Don Manuel tuvo en 1815 con la actríz Trinidad Guevara. Si bien era una relación previa a su matrimonio, las visitas de esa joven de casi 30 años molestaban a la mujer que dio a Oribe cuatro hijos.
Es una afirmación inexacta que quien ocupe la máxima jerarquía debe estar casado. No hay legislación que obligue a eso, pero solo tres presidentes fueron solteros durante su mandato, y todos del siglo XIX.
José Ellauri, Francisco Antonino Vidal y Julio Herrera y Obes eran célibes, y el caso más recordado es el del último, que fue "novio eterno" de Elvira Reyes, desde los años sesenta de ese siglo, que lo recibió en su casa del Prado, asistiendo tanto en lujoso carruaje, en los tiempos de prosperidad de presidente, como en sus últimos años, cuando había dilapidado su fortuna y se desplazaba en tranvía. Los ajuares se fueron acumulando en la casa de esa frustrada "Primera Dama", y la boda nunca se realizó.
Otra esposa de un presidente que merece ser evocada es la de José Batlle y Ordóñez. Matilde Pacheco era la esposa de su primo Ruperto Michaelsson, y los permanentes viajes de este hicieron que el creador del país moderno se hiciera carga de esa mujer y sus cinco hijos.
Con ella, Batlle tuvo cinco hijos, tres de los cuales nacieron antes de la muerte de su primo en 1893, lo que fue muy criticado por los sectores conservadores y la Iglesia Católica. Michaelsson pasó sus últimos años sumido en la depresión y sin trabajo.
Una vez viuda, Matilde contrajo enlace con el líder colorado en 1894. Tuvieron el drama de la pérdida de sus dos hijas: Amalia Ana, que nació en 1892 y murió al año siguiente; y Ana Amalia, que vino al mundo en 1894 y falleció de tuberculosis en 1913. Esta historia de amor se prolongó hasta la muerte de ella en 1926. Batlle dejó de existir en 1929. Es el clásico ejemplo de la mujer detrás del poder, innegable sostén del mismo.
Una argentina y otra que dio a luz durante el mandato de su esposo
El siglo XX consolida la imagen de que la esposa del primer mandatario debía dedicarse a encarar causas benéficas. Es el caso de Aurelia Macció, esposa de Juan Campisteguy, que fuera primer mandatario entre 1927 y 1931.
Los últimos tiempos de gobierno de aquel dirigente, que vivía en una casa señorial en la avenida 8 de Octubre y Jaime Cibils, hoy ocupada por un colegio privado, coincidieron con la enfermedad terminal de su esposa. En enero de ese año ´31 visitaron el Argentino Hotel de Piriápolis, constando la estadía en el libro de registros. Aurelia falleció el 25 de febrero de ese año, tres días antes de que Campisteguy traspasara el mando a Gabriel Terra.
Precisamente Terra tiene la particularidad de ser el único gobernante reelecto, ya que asumió en marzo de 1931, dio un golpe de Estado el 31 de marzo de 1933, y al año siguiente impulsó una nueva constitución, que por vía de excepción permitió en sus disposiciones transitorias la reelección presidencial, la que efectivamente ocurrió, estando en el poder hasta 1938, cuando le pasó el mando a su cuñado Alfredo Baldomir, esposo de su hermana Sara. Una "Primera Dama" hermana de un ex-presidente también fue inédito en la historia uruguaya.
También peculiar es el caso de Celia Álvarez Mouliá, casada con Juan José de Amézaga, que ocupó el máximo cargo del país entre 1943 y 1947. Otra activista de la beneficencia, presidió la Fundación "Pro Matre", que apoyaba a las madres adolescentes.
La leyenda popular hablaba de la presunta cleptomanía de Chela -llamada así por sus amigas-, por lo que alguna vez habría sucedido en la recordada tienda "London París", en el cruce de 18 de Julio y Río Negro, en las que se probó prendas, retirándose posteriormente con estas, las que luego fueron abonadas por el mandatario. Es uno de los tantos relatos orales que nutren a la historia.
También se destaca la figura de Matilde Ibáñez de Batlle Berres, nacida en Buenos Aires en 1907, que fuera esposa de Luis , presidente entre 1947 y 1951, y que constituye y preside durante el mandato de su marido la Fundación Pro Salud y Bienestar del Niño, e impulsa la creación del Pabellón Filtro para atender la poliomelitis, mal muy extendido por entonces, y el Pabellón de Niños y Enfermos Mentales de la Colonia Etchepare.
Luis Batlle falleció en 1964, sobreviviéndolo Matilde (otra vez ese nombre en la misma familia) 38 años. A su muerte en 2002 era la madre de otro máximo gobernante, Jorge Batlle Ibáñez, que ocupara la presidencia uruguaya entre 2000 y 2005.
En marzo de 1972 asume como presidente Juan María Bordaberry, siendo su mujer Josefina Herrán Puig, que emprendió durante el mandato del hombre que firmó el decreto de disolución del Parlamento el 27 de junio del ´73 la creación del Cuerpo de Voluntarios de Coordinación Social, una institución sin fines de lucro que actuaba en los hospitales Pasteur y Pereira Rossell. También es recordada a mediados de los setenta la Feria de las Naciones, que esa organización realizaba en el predio de la Asociación Rural del Uruguay, en el Prado.
Pese a superar los cuarenta años, Josefina dio a luz a Ana durante el mandato de su esposo (1972-1976), la más pequeña de los nueve hijos de la pareja, constituyendo un hecho nunca sucedido, que provocó el interés de la prensa en torno a la residencia de Suárez y Reyes.
Las novedades de la posdictadura
La esposa de Julio María Sanguinetti, primer presidente uruguayo después del período dictatorial (1973-85), es la profesora Marta Canessa. Nunca ha simpatizado con la denominación de "Primera Dama", y no tuvo mayor presencia a nivel protocolar cuando su esposo fue mandatario.
Se mantuvo en su tarea de historiadora y en el segundo mandato del hoy secretario general del Partido Colorado, coordinó el proyecto de armado del Museo de la Casa de Gobierno, cuya temática se relaciona con los presidentes uruguayos, y que abrió sus puertas en 1999.
María Julia Pou de Lacalle, en el período en que gobernó Luis Alberto Lacalle de Herrera (1990-95), creó "Acción Solidaria", organización no gubernamental filantrópica, que dejó en 1997 para dedicarse a la actividad política. Fue senadora en el período 2000-2005 y candidata a la intendencia de Canelones en el 2000, por lo que fue criticada dado que no residía en ese departamento.
El presidente Luis Alberto Lacalle de Herrera junto a Julia Pou, esposa y luego madre de un primer mandatario
"Julita", como le decían sus seguidores, dio la oportunidad a uno de sus hijos, de 26 años, de ser candidato a diputado por Canelones en 1999, cargo que obtuvo en los comicios de ese año. Luego fue senador y desde marzo de 2020 es el presidente de la República, Luis Alberto Lacalle Pou.
La segunda esposa de Jorge Batlle, Mercedes Menafra, inauguró en el 2000, cuando comenzó el período de gobierno de su marido, una asociación civil llamada "Hecho Acá", que tiene como objetivo el apoyo a las artesanías del país.
Con respecto a los quince años de gobierno del Frente Amplio, cabe destacar la figura de Lucía Topolansky, exguerrillera junto a su esposo, el luego presidente José Mujica, que durante el mandato de "Pepe" fue senadora, y al ser la primera de la lista más votada, le tomó juramento a su pareja en el Parlamento.
Lucía debió a fines de 2010 asumir interinamente la presidencia, al estar fuera del país el primer mandatario y el vice Danilo Astori. En setiembre de 2017, ante la renuncia de Raúl Sendic a la vicepresidencia, Topolansky asumió ese cargo, tocándole en los dos años y medio que ocupó esa responsabilidad ocupar el máximo sillón de la nación ante viajes al exterior del titular Tabaré Vázquez.
Precisamente, el fallecimiento en julio de 2019 de María Auxiliadora Delgado de Vázquez, hizo que se recordara que la ley 14458 no establece honras fúnebres para la esposa del presidente, por la muy sencilla razón de que el cargo de Primera Dama no existe en nuestra legislación. Por lo tanto, no tiene obligaciones ni puede recibir dinero del Estado bajo ningún concepto.
Tabaré Vázquez, primer presidente de izquierda, con su esposa María Auxiliadora Delgado
En abril de 2005 la señora de Vázquez, junto a su hijo Álvaro, viajó al Vaticano a las exequias del Papa Juan Pablo II, representando al presidente "y al pueblo uruguayo", según manifestó entonces en conferencia de prensa. Los gastos de ese viaje fueron costeados por la familia, si bien se consideró esa participación una misión oficial.
La esposa del hoy presidente Luis Lacalle Pou tiene a su cargo la coordinación del programa "Sembrando", de apoyo a emprendedores en el marco de la pandemia del covid-19.
La polémica de quién costeó el pasaje de Lorena Ponce de León a la Exposición Internacional de Dubái en diciembre de 2021, reabrió la discusión sobre el status jurídico de un cargo que no existe en el ordenamiento jurídico del Uruguay.
Si en un futuro el Uruguay tuviera su primera presidenta electa por la ciudadanía, la costumbre en otros países habla de que a su marido debe nombrárselo como "Primer Caballero". En esa eventualidad, será otra buena ocasión de volver a repasar la historia.
ALEJANDRO GIMÉNEZ RODRÍGUEZ
Historiador, docente, comunicador,
asesor en la Dirección Nacional de Cultura del MEC
Imagen de portada: Bernardina Fragoso de Rivera, pintada por Amadeo Gras/Museo Histórico Nacional